Ausencias
María Cristina de Blasis
Argentina
En este patio trasero
de helechos y de magnolias
se despereza la tarde
sobre las sillas vacías.
Cada espacio rememora
aquellos tiempos lejanos
de abrazos, cuerpos y besos.
Cada rincón nos recuerda
cómo el descuido del hombre
nos puso en esta calleja
que ya no linda con nada.
Y el colibrí que anunciaba
la llegada de visitas
de repente se ausentó,
porque nadie osa venir.
Todo es silencio y espera
por no sabemos qué tiempo.
Todo es murmullo apagado
de los que otrora reían.
Se replegaron nietos y abuelos,
tratando de no morir.
Y es tan fuerte este silencio
que nos espanta en las noches.
Un rayo de sol se ha colado
por sobre el rojo tejado
de aquellos patios traseros
que perfumó el rosedal.
Y en un espasmo callado
de pupilas apagadas
mi alma implora y pregunta…
¿Será así la Eternidad?
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